Es indispensable pasear por el malecón y contemplar el lago, visitar el mercado de artesanías y comer en la deliciosa zona restaurantera del Acapulquito unos charales dorados, pescado blanco y pedir como postre una rica nieve de garrafa.
Conoce la Parroquia de San Francisco de Asís, el Palacio Municipal y pasea en lancha por la Isla de los Alacranes.
Cierra tu recorrido en la antigua estación de ferrocarril, edificio construido desde 1920 que tuvo pocos años de utilidad y hace pocos años se renovó para crear el Centro Cultural González Gallo, donde podrás conocer obras de arte contemporáneo e historia local.